Millonarias perdidas sufre Ñublense por jugar afuera

Ñublense sufre pérdidas por no ser local. Jueves 7 de febrero de 2008. “Esto de hacer de local fuera de Chillán implica un alto costo”, reflexiona con la voz cansada el presidente de Ñublense, Juan Ramírez. Y no se equivoca. Es que como nunca esa frase que reza “es el costo del progreso”, resume a la perfección la actual realidad de la institución chillaneja. Sí, porque la demolición del Estadio Municipal “Nelson Oyarzún Arenas” de Chillán, para reconstruir uno de estándar FIFA para el Mundial de Fútbol Femenino Sub-20, si bien traerá modernidad en materia de infraestructura, mientras no se construya, seguirá generando sólo dolores de cabeza en el seno del club. Ñublense se quedó sin estadio para hacer de local y ya está sintiendo los primeros efectos económicos. Más de un millón y medio de pesos debe desembolsar la dirigencia para arrendar el estadio de Linares y cubrir otros gastos operacionales, cada vez que al equipo le corresponde jugar de local. El desangramiento económico promete hacer tambalear las finanzas del club, por lo menos, hasta que se estrene el refaccionado estadio de Chillán Viejo (marzo o abril) que albergará de emergencia al “Rojo” o se habilite el nuevo “Nelson Oyarzún”. “A Linares hay que llevar la publicidad estática, el equipo debe trasladarse para entrenar por lo menos una vez a la semana, hay que trasladar al personal de boletería, el arriendo del estadio, fácilmente gastamos un millón y medio de pesos”, confiesa preocupado Juan Ramírez. Ante la “U” en Collao, Ñublense no ejerció su localía con fuerza pues fueron los azules quienes arrastraron más público. El domingo en Linares la dirigencia espera 4 mil espectadores para compensar el desembolso económico que implica estar jugando siempre de forastero. Sin embargo, no hay pasión que pueda con los embates de la difícil realidad financiera que también están viviendo los sufridos hinchas del “Rojo”. Es el costo del progreso..